17 mar 2012

Kristen Stewart: Editorial de Quim Monzo sobre Jack Kerouac y On the Road





Finalmente llevarán a la pantalla ‘En el camino’, una de las grandes novelas de la generación beatnik

Por fin llevarán a la pantalla la novela En el camino, como quería su autor, Kerouac. El director es Walter Salles y, los actores, Sam Riley, Garrett Hedlund, Kristen Stewart, Kirsten Dunst, Viggo Mortensen, Elisabeth Moss… Para tener una idea de qué va, Europa Press centra la noticia en la actriz Kristen Stewart, como si el resto fuese accesorio: “Kristen Stewart parece buscar nuevos papeles que la alejen de su versión más light en la pantalla. Así lo demuestra su último trabajo, que lleva por título En el camino.



Y es que mientras sus fans más fervientes esperan la última entrega de la saga Crepúsculo o verla en Blancanieves y la leyenda del cazador, Stewart demuestra que también puede hacer películas con facetas interpretativas más amplias. Para los fans de la actriz, la cinta cuenta con el aliciente de verla desnuda en alguna secuencia”. Este detalle -que Kristen Stewart se desnude- parece ser lo más importante de la peli, porque es lo que los diarios utilizan en los titulares. “Kristen Stewart se desnuda en la película En el camino” era el de LaVanguardia.com, por ejemplo, y estoy seguro de que el número de visitantes les ha dado la razón.

¿Dónde queda toda la mística beatnik, si lo más goloso de En el camino es que Stewart se desnude? Pues no queda en ningún sitio, y quien quiera ver en esa peli una traición que lo haga pero, antes, le recomendaría leer la carta que Kerouac envió a Marlon Brando en 1957, el mismo año que publicó la novela. Se puede encontrar en internet (en Boingboing.net, por ejemplo) y demuestra que el novelista no tenía abuela ni falta que le hacía, porque iba sobradito. Sorprende a todo aquel que tiene la imagen mitificada de un Kerouac alejado de las trivialidades. La carta empieza con familiaridad, como si Brando y él se conociesen de toda la vida: “Querido Marlon: rezo para que compres En el camino y la conviertas en una peli.

No te preocupes por la estructura. Sé como comprimir y reordenar un poco el argumento para darle una estructura tipo peli perfectamente aceptable…”. Le explica que, para conseguirlo, los diferentes viajes que hay en el libro los convertirá en uno. Incluso le dice cómo filmarán el paisaje (“the beautiful shots”): con la cámara en el asiento de delante. Sin ningún pudor le dice que los dos papeles protagonistas los interpretarán Brando y él mismo. Le prepara incluso la agenda: le dice dónde irán y a quién visitarán, para ambientarse. De paso le habla de su siguiente novela -Los subterráneos- y le vende la moto de que se podría convertir fácilmente en una obra de teatro. Le alecciona también sobre cómo deberían ser el teatro y el cine americanos, no la bazofia que se hacía entonces. Finalmente le da instrucciones para que vaya a verlo: “Profetizo que esto será el inicio de algo realmente grande”. Acaba con un “¡Va, venga, Marlon, acepta el reto y escríbeme!”.

Evidentemente, en su sano juicio, Marlon Brando nunca le contestó.

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